El arreglo de uñas es una rutina de cuidado personal simple pero importante. Las uñas cortas y bien cuidadas no solo se ven geniales, sino que también son menos propensas a albergar suciedad y bacterias, lo que puede provocar una infección.
- Suaviza las uñas. El mejor momento para cortarse las uñas es inmediatamente después de bañarse o ducharse. Sin embargo, si eso no es posible, sumerja sus uñas en agua tibia durante unos minutos para suavizarlas.
- Reúna las herramientas adecuadas. Use un cortaúñas o tijeras para uñas para las uñas de las manos y un cortaúñas para las uñas de los pies. Recuerde desinfectar sus herramientas mensualmente. Para desinfectarlos, sumerja un cepillo de fregar pequeño en un recipiente con alcohol isopropílico del 70 al 90 por ciento y luego use el cepillo para fregar el cortaúñas o las tijeras de uñas. Luego, enjuague las herramientas con agua caliente y séquelas completamente antes de guardarlas.
- Para recortarse las uñas, corte casi en línea recta a lo largo de la uña. Use una lima de uñas o una lima de uñas para redondear ligeramente las uñas en las esquinas, ya que esto ayudará a mantenerlas fuertes y evitará que se enganchen en cosas como ropa o muebles.
- Para reducir sus probabilidades de tener una uña encarnada, corte en línea recta cuando se corte las uñas de los pies. Las uñas de los pies crecen más lentamente que las de las manos, por lo que es posible que no necesite recortar estas uñas con tanta frecuencia.
- Hidrata después de recortar para ayudar a mantener las uñas flexibles. Esto es especialmente importante cuando el aire es seco, ya que las uñas secas se parten más fácilmente.